Arrugas, manchas, sequedad, pérdida de elasticidad y turgencia, ¿te suenan estos síntomas? Todos ellos están asociados a los cambios que sufre la piel debido al envejecimiento.
La edad es uno de los principales factores que afectan a la salud cutánea. Por ello, a partir de los 40 años es esencial prestar especial atención al cuidado de la piel para retrasar todos estos síntomas y otros como el aumento de susceptibilidad para con las infecciones y lesiones.
Además, no es un secreto para nadie el hecho de que a medida que envejecemos la capacidad de la piel para regenerarse y repararse disminuye y se vuelve primordial establecer una rutina de cuidados diarios para protegerla de factores ambientales dañinos y prevenir así su deterioro. En este sentido, es importante saber escoger qué cremas, serums, jabones o productos nutracéuticos son los idóneos para tu tipo de piel y sus necesidades.
Cambios que sufre a piel con la edad
A continuación, vamos a profundizar en los 3 principales cambios que sufre la piel debido al envejecimiento:
- Disminución de glándulas sebáceas: es uno de los cambios más comunes y de los que antes dejan ver sus efectos. Las glándulas sebáceas, encargadas de generar sebo (un aceite natural) que mantenga a la piel hidratada, disminuyen su producción. Debido a ello, poco a poco la piel puede empezar a volverse más seca, áspera y escamada, lo que puede dar lugar a infecciones cutáneas. La disminución de los niveles hormonales y los cambios en el equilibrio cutáneo son los principales causantes.
- Menor producción de colágeno: la aparición de arrugas y la flacidez están asociadas directamente a una menor producción de colágeno, una proteína esencial para mantener la salud de la piel.Si bien es cierto que su producción disminuye con el tiempo, también hay otros factores que aceleran su pérdida, como la exposición solar o el consumo de tabaco y alcohol.
- Falta de elastina: de nuevo, hablamos de una proteína que juega un papel muy importante en la salud cutánea, puesto que es la encargada de ayudar a la piel a recuperar su forma después de ser estirada o presionada. O en otras palabras, permite que la piel sea elástica, de ahí su nombre.Al igual que ocurre con el colágeno, la producción de elastina disminuye con el tiempo y factores como la exposición al sol y los rayos UV, el tabaquismo, el consumo de alcohol o el estrés pueden acelerar su pérdida. Todo ello deriva en una piel mucho menos elástica y más propensa a arrugas y a la flacidez.
7 cuidados de la piel a partir de los 40
Como ya te hemos avanzado, a medida qu envejecemos, es especialmente importante prestar atención a la piel y dedicarle los cuidados apropiados.
¿Y qué cuidados debes tener en cuenta a partir de los 40 para frenar los efectos derivados del envejecimiento de la piel? Te listamos los más importantes:
- Protección solar: es importante proteger la piel de los rayos UV todos los días, incluso en días nublados. Has de utilizar un protector solar con un factor de protección solar (SPF) de al menos 30, y asegurarte de aplicarlo generosamente cada 2 horas.
- Limpieza suave: limpiar suavemente la piel con un limpiador sin jabón y evitar frotar con fuerza. Después, aplicar un tónico para ayudar a restaurar el PH natural de la piel.
- Hidratación: utilizar una crema hidratante ligera y no grasa para mantener la piel hidratada y ayudar a prevenir la sequedad.
- Alimentación saludable: una dieta rica en frutas, verduras y antioxidantes te ayudará a mantener la piel sana y prevenir el envejecimiento prematuro.
- Descanso: para mantener una piel sana, es importante tener unas rutinas de sueño adecuadas que reduzcan de forma natural el cansancio y el estrés.
- Ejercicio: el ejercicio regular ayuda a mejorar la circulación y aumenta el suministro de oxígeno y nutrientes a la piel.
- Evitar el tabaco y el alcohol: como ya hemos comentado, el tabaco y el alcohol pueden dañar la piel y contribuir a la aparición de arrugas y manchas.
Como tip extra, recuerda que existen nutracéuticos 100% naturales, que pueden aportar a tu organismo todo aquello que tu piel necesita para mantenerse joven y retrasar los efectos del envejecimiento.
Por ejemplo, AORA Antiaging, un regenerador celular de última generación antiedad y avalado científicamente, cuya fórmula (con colágeno y elastina entre otros componentes) procura una acción antiarrugas, aporta elasticidad e hidratación y ofrece protección solar y ocular.