Las vitaminas naturales son una potente herramienta para luchar contra la avitaminosis que consiste en un agotamiento de los recursos de tu cuerpo y puede llegar a ser muy grave.
Son muchos los factores que influyen en una incorrecta absorción de las vitaminas como, una enfermedad crónica, el tabaquismo, la mala alimentación o el consumo de alcohol.
Por suerte podemos compensarlo haciendo las cosas del modo correcto y apoyándonos en la ciencia y la naturaleza.
Las mejores vitaminas para el cansancio
Las vitaminas están involucradas en todos los procesos de la vida y las absorbemos a través de los alimentos, de ahí que en Aora Life hagamos hincapié en que cuides tu dieta.
La lista de vitaminas necesarias para que te encuentres bien y mantengas la actividad a lo largo del día es larga, pero vamos a destacar las mejores para combatir el cansancio.
1. Vitamina C
El ácido ascórbico es responsable de fortalecer el sistema inmunológico y los procesos metabólicos en el cuerpo. Con su falta, aumenta el riesgo de resfriados y enfermedades infecciosas y si tienes poca vitamina C vas a notar fatiga, debilidad y letargo.
¿Qué tipo de alimentos son un gran aporte de vitamina C? Las verduras de hoja verde, los cítricos, las grosellas y las frambuesas.
2. Vitamina A
El retinol es un poderoso antioxidante que evita que los radicales libres dañen los tejidos. La deficiencia de retinol conduce a una disminución de la agudeza visual, la actividad mental y el envejecimiento prematuro.
¿Qué tipo de alimentos son un gran aporte de vitamina A? Lácteos, huevos, zanahorias, el brócoli y la calabaza.
3. Vitamina B12
Los glóbulos rojos transportan oxígeno para mantener vivas las células y sin vitamina B12 se produce la anemia lo que hará que te sientas sin fuerzas y disminuya tu rendimiento.
Para obtener la energía y vitalidad que necesitas tienes que incluir en la dieta alimentos como: carnes rojas, huevos, mariscos, pescados y lácteos.
4. Vitamina B9
El ácido fólico es necesario para el funcionamiento normal del sistema inmunológico y el crecimiento y desarrollo de las células, por eso se recomienda tomar durante el embarazo.
Si padeces fatiga crónica, el ácido fólico es esencial para aliviar tu malestar y mejorar también tu estado de ánimo.
Algunos alimentos altos en ácido fólico son: legumbres, espinacas, espárragos, brócoli, sémola de trigo.
5. Vitamina E
El tocoferol o vitamina E es la vitamina de la eterna juventud y junto al retinol, también es una poderosa anti oxidativa y anticancerígena de ahí, que sea importante asegurar una suficiente cantidad de vitamina E.
Para aliviar el estrés oxidativo y retrasar el envejecimiento necesitas introducir alimentos ricos en vitamina E en tu dieta como: aceite de oliva, aguacate, pescados y mariscos, espinacas, espárragos y frutos secos.
6. Vitamina D
La vitamina D se sintetiza bajo la influencia de la luz solar e interviene en la absorción de calcio y fósforo, afectando al estado de tus huesos, dientes, uñas y cabello.
Si tienes deficiencia en esta vitamina tu estado de ánimo se verá afectado y te sentirás con mayor apatía, pero también afecta la estacionalidad, por eso en otoño e invierno, con menor horas de sol, es importante equilibrar tu vitamina D paseando o haciendo ejercicio al aire libre
Algunos alimentos altos en vitamina D son: Los huevos, el atún, las sardinas y las setas.
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3 extra-consejos para aumentar tu energía y ánimo
Nuestro estado de ánimo es variable y está sometido a multitud de estímulos externos e internos.
Como ya te hemos contado en varias ocasiones, alimentarse de la manera correcta y mantener unos hábitos saludables es esencial para tu salud, pero también puedes ayudarte con estos 3 consejos fáciles de aplicar:
1. Presta atención a la energía que irradias.
Vivimos en un estado de aceleración permanente y no damos espacio al sosiego, quizás por eso el mindfulness se ha puesto de moda.
Detenerse y analizar tu energía es un paso importante para saber en qué momento estás de tu vida y los pasos que debes dar para cambiar lo que no funciona.

2. Cambia el color de tus pensamientos.
El pesimismo y autocompasión no son buenos consejeros.
Si mantienes una actitud positiva y tratas de reducir la cantidad diaria de quejas (que sabemos que es complicado) vas a notar grandes cambios no solo en ti sino en las personas que te rodean.
3. ¡Levántate y anda!
¿Te hemos dicho alguna vez las consecuencias del sedentarismo?
El sedentarismo es tu gran enemigo y disculpa que incidamos en ello.
No pretendas correr la maratón ni ganar las olimpiadas, pero trata de hacer un deporte o ejercicio que te motive y te ayude a mantener la mente ocupada.
Mens sana in corpore sano