Consejos para practicar deporte en verano sin dañar las articulaciones

Verano es una temporada perfecta para disfrutar del deporte al aire libre. El buen tiempo y la cantidad de horas de luz invitan a realizar prácticamente cualquier tipo de deporte, ya sea correr, nadar, montar en bicicleta o patinar entre otros. ¿Cuál es el problema? Si no se tiene en cuenta el exceso de calor y la intensidad del entrenamiento, se pueden llegar a sufrir lesiones en las articulaciones. Por eso, siempre es importante tomar una serie de medidas preventivas que aseguren la salud de nuestro cuerpo.

Para disfrutar de una buena salud articular y poder compaginarla con la actividad física durante el verano, ¡en AORA Life te traemos una serie de recomendaciones que deberías implementar en tu día a día!

1. Calentamiento y estiramientos. Antes de comenzar cualquier actividad física, es fundamental que realices un calentamiento adecuado. Esto ayuda a aumentar la temperatura del cuerpo, mejora la circulación sanguínea y prepara los músculos y las articulaciones para el ejercicio. Además, también te ayudará a aumentar la flexibilidad de tu cuerpo, a la vez que reduce el riesgo de lesiones.
2. Hidratación. Verano y calor van de la mano, y junto a ellos les acompaña un aumento en el riesgo de deshidratación durante la práctica deportiva. No beber suficiente agua tiene una implicación directa sobre el estado de las articulaciones, aumentando considerablemente la posibilidad de lesionarnos. Aunque seguro que estás cansado de escucharlo, nosotros te lo recordamos. Bebe agua antes, durante y después del ejercicio físico, tu cuerpo, y especialmente tus articulaciones, te lo agradecerán.
3. Escucha a tu cuerpo. Es importante que estés atento a las señales que tu cuerpo te envía. ¿A qué tipo de señales nos referimos? Dolores, molestias, fatiga, incomodidad, etc. Ante cualquiera de estas advertencias lo mejor es que hagas caso a tu cuerpo y ceses la práctica deportiva. Detente, descansa y vista a un médico si tras el transcurso de varios días la situación no mejora. Una vez recuperes la actividad hazlo a una intensidad moderada, y ajusta la duración poco a poco.
4. Prueba varios deportes. Determinados deportes tienen mayor incidencia sobre unas articulaciones que sobre otras. Correr, por ejemplo, es una actividad física en la que se carga todo el peso del cuerpo sobre las rodillas. Para evitar lesiones por sobreesfuerzo es recomendable combinar ejercicios con los que trabajes distintas articulaciones y músculos. Por otra parte, también te servirá para descubrir nuevas aficiones y evitar caer en la rutina.
5. Cuida tu alimentación. Sigue una dieta equilibrada que incluya proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales. Todos estos nutrientes tendrán un papel muy importante en la reparación y reconstrucción de los tejidos dañados, fortaleciendo tus músculos y mejorando tu salud articular. Y es que una nutrición adecuada te ayudará a recuperarte por completo del ejercicio, tanto a nivel muscular como a nivel articular.

Como te acabamos de demostrar, practicar deporte es una actividad que, compaginada con una serie de recomendaciones, no tiene por qué producir efectos negativos sobre tu cuerpo, todo lo contrario. Igualmente, esto no quiere decir que no puedan surgir pequeñas lesiones o molestias articulares que dificulten tu entrenamiento y te hagan sentir incómodo.

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